Dibujar es para muchos un hobby, un entretenimiento que les hace sacar su lado más creativo, desconectar del resto del mundo y disfrutar relajándose con un pincel o un lápiz en la mano. Hay muchos que practican el dibujo por pura afición, pero para otros es mucho más, una verdadera pasión que sueñan con convertir en su profesión, en su auténtica vocación. El dibujo es todo un arte, por más que algunos piensen que cualquiera puede llegar a dominarlo solo con algunas clases. Como con cualquier otra disciplina, se necesita de mucha experiencia, pero también de obtener los recursos adecuados para poder desarrollar correctamente todo el talento que podamos tener. Hay persona que nacen con una capacidad innata para dibujar, por sus condiciones psicológicas o por la forma en la que ven el mundo. Sin embargo, ni siquiera esos “dotados” lo van a tener fácil para dominar por completo este arte.
Y es que para llegar a ser un buen dibujante se necesita muchísimo trabajo, sobre todo si queremos hacer de esto algo profesional. Lo bueno que tiene el dibujo es que conforme vamos aprendiendo y avanzando, todo eso se nota en nuestros trabajos, alcanzando una maestría que creíamos imposible solo unos meses atrás. Como en cualquier otro arte, hay que empezar desde lo más básico para construir nuestra fórmula perfecta hasta llegar a dominar por completo todas las herramientas necesarias. Y en el dibujo hay ciertos conceptos básicos que, o se entienden a la perfección desde el principio, o supondrán un problema para nuestro aprendizaje. Son conceptos tan familiares que en muchas ocasiones damos por hecho que entendemos lo que representan, hasta que nos lo preguntan y… En este artículo vamos a hablar de cinco de ellos, seguramente los más importantes dentro de cualquier obra artística, para poder dibujar con conocimiento de causa y facilitarnos mucho esa misión.